Soy Alejandro Goldschwartz, autodidacta.                                                       
Realizo trabajos en collage digital y pintura. Aunque prefiero definir mi obra como rapsodias visuales.
En mi trabajo, trato de mostrar mi admiración por la pintura en general y combinarlo con elementos de la cultura Pop del siglo XX, como el cine y la música.
Las referencias a la pintura clásica y barroca en algunas de mis obras, toman como inspiración su forma de composición, como los cuadros de temática religiosa que abundaron desde el renacimiento al barroco, como así también la búsqueda de un nuevo sentido iconográfico que genere sentimientos análogos a los que intentaban generar las obras de temática religiosa en los siglos pasados, solo que esta vez a través de paradojas o elementos contradictorios no exentos de humor.

Puede decirse que es una obra narrativa no lineal, sino espacial. Escenas construidas como los sueños, con elementos aparentemente dispares que se resisten a ser leídos secuencialmente.
Rescato así mismo una influencia del Simbolismo y  del Romanticismo en general, donde intento redefinir o dar una vuelta de tuerca a la experiencia de lo sublime,  haciendo algo nunca hecho hasta aquí, que es la combinación de la búsqueda de lo sublime sin renunciar a la participación del humor y del erotismo. 

La aparente mirada paródica de cuadros de temática religiosa no reniega de mi admiración por este tipo de pintura, pero sí trata de proponer una experiencia de lo sublime alejada del condicionamiento de una imaginería religiosa estereotipada.

Me interesa reformular la vía de acercamiento a los mitos de los antiguos  y retomar la mirada poética de los griegos anterior al cristianismo.

Mi obra pictórica es una parte de mi cosmología personal y resulta evidente, quizás a pesar mío, que hay una fuerte voluntad comunicativa en lo que hago.
Podríamos decir que el hecho  de combinar elementos de diversas épocas de la pintura, con figuras del cine y del pop contemporáneo  con imágenes religiosas de diversas culturas, o personajes de la cultura nos llevaría a pensar en una visión posmoderna. Sin embargo, no me satisface como definición.

 
Deseo integrarme en una línea pictórica que se inspira en la tradición clásica que sin embargo no soslaye el momento actual, donde  vivimos en una suerte de ultra- modernidad. De ahí que también pueda definirse también como un Neo Clasicismo.
Hay también elementos del pop, tanto de la pintura pop como de la cultura pop en general.
Estos tres momentos del arte, lo neo clásico ( y barroco), lo posmoderno y el Pop me inclinan a definir provisoriamente esta etapa como de Neo barroco posmo/pop.

Mi obra no se sostiene sólo en el interés por la pintura como búsqueda estética. Muchas de las obras provienen de una inspiración que quisiera describir como  epifánica. Hay visiones que vienen a mi desde el inconsciente y que forman parte de una suerte de revelación a la que intento dar forma a posteriori. El mismo proceso de construcción de la obra me lleva a invertir un camino hasta el origen de la visión ahondando en su construcción. La obra se convierte así en una forma de acceso a contenidos inconscientes ( aunque a veces no tan inconscientes) que arriban a la a superficie través de la construcción misma de la obra.  Es el mismo cuadro que me va guiando hacia su terminación, entablando una especie de diálogo con la obra, como si el cuadro mismo fuera indicándome cómo continuar.